Ordenador de muerte
Y como lo puedes poner por escrito, si se vienen todas las emociones en avalancha, en una cascada que no puedes controlar... Raul frente al teclado, su mujer camina frente a el, le busca la mirada, Raul esta fijo, petrificado ante la pantalla, no dice, no hace, solo mueve sus dedos de manera rapida, de manera silenciosa, no suenan las teclas. Su mujer vuelve a pasar frente a el, el no la mira, viernes por la madrugada, un sabado que empieza en la computadora y casi seguro terminara ahi hasta el domingo entrando a lunes.
Y Raul que no puede escapar de los que dictan sus dedos y ella ahi, que lo mira desde la sala, sentada, concentrada en el, con las ganas de el a flor de piel, lista, con su cuerpo necesitado de el. Y raul que no escapa, que no oye, que no reacciona. Ella no lacanza a ver la pantalla, pero se ve que lo que ve es absorbente, adictivo... Ella mira el reloj, las manecillas han avanzado de forma rapida, sin pausas, casi las 4, casi las 5, casi vuela el tiempo, ¿Acaso Raul sabra la hora?.
Y ella ahi, y ella con sus pensamientos, ella frente a el, la pantalla entre los dos, Raul y su mirada en la pantalla... Ella y su mirada sobre el... Asi han sido varias semanas... Ella se desabrocha la blusa, le muestra sus senos. Raul no la ve solo ve las letras que van apareciendo en la pantalla. Ella le dice algo, que para Raul solo es sonido, ruido que no lo saca de su concetracion. Ella lo deja ahi... Ella en su cama, ella y su mirada al techo, ella y ese sentimiento de soledad, ella y sus necesidades de mujer ahi, ella que esas necesidades las puede aplacar solas, pero, no lo hara, lo ha hecho antes y no la llena, ella y sus pensamientos, sus odios, sus contradicciones.
Raul y las horas pantalla que avanza. Ella que se levanta de la cama. Raul que sigue moviemdo los dedos como concierto de piano interminable, infinito... Y ella sus pasos pausados, su ir a quien sabe donde en 76 metros cuadrados, y Raul y el mundo infinito en su pantalla, con boletos de ida y vuelta en el teclado.
Ella a sus espaldas, su mano roza el cuello de Raul, Raul no siente, Raul es dueño de su mundo, de el mundo, de la web. Ella se sirve un cafe, camina hacia el, esta frente a el con la taza de cafe en sus manos, su sonrisa trata de ser sensual, aunque denota molestia, Raul en el teclado... Ella sonrie con alegria, deja la molestia caer de pronto. Raul y su vista al teclado de ahi a la pantalla y de vuelta al teclado y vamos a seguir en el viaje. Ella sin decir palabra, derrama el cafe sobre la pantalla y el teclado, Raul salta, intenta alejarse del liquido hirviendo, ella rie, Raul se trata de levantar de su asiento. Ella y su sonrisa de triunfo. Raul hace un intento inutil de huir. Ella quita la sonrisa, su labios se contorcionan, su triunfo se escapa, Raul cae sobre el teclado, la luz del departamento sube y baja, Raul presenta lineas negras en su cara y sus manos, la pantalla luce apagada, ya no hay concierto y en el aire solo queda un oxigeno con cierto aire a piel quemada.
1 Comments:
" como lo puedes poner por escrito, si se vienen todas las emociones en avalancha, en una cascada que no puedes controlar..."
emociones en avalancha ... creo que nunca se podrán poner por escrito , se llevan el alma, en la piel ...
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