piratayprincesa

Un espacio para viajar

Tuesday, February 06, 2007

Llorando a Pedro Infante

Solo fue un regalo de navidad. Creo que el mejor regalo que he dado, su carita era de emocion, sus ojos se llenaron de lagrimas. El regalo esta realmente completo y cuando lo compre sabia que iba a ser un gran regalo, EL REGALO para ella, un regalo que podiamos ir creciendo conforme ella lo fuera pidiendo. Cuando sus ojos se llenaron de lagrimas, supe que estaba emocionada, sabia que era algo que aunque no era facil de entender para ella, lo anhelaba... las cajas estaban envueltas con papel brillante, brilllante, con muñecos de Disney vestidos de navidad, la envoltura habia sido detallada, no habia error en la envoltura, estaban cuidadosamente envueltos, me habia pulido... con sus manos temblorosas mi abuela abrio primero la caja grande, quito el papel con sumo cuidado, como siempre, preservando esa eterna costumbre de quitar el papel cuidadosamente, para guardarlo y despues volver a usarlo, a veces tienes la suerte de que el mismo papel regresa a ti en la proxima navidad o en tu cumpleaños. Una vez que termino de quitar el papel cuidadosamente, sus ojos mostraron sorpresa, se llenaronm de lagrimas, sonrio, mientras su boca temblaba por el llanto, la caja estaba ahi, con un DVD dentro. "Mijito con esto voy a poder ver mis peliculas... pero no tengo ni una", su voz sonaba a verdad de a cien, pero aun no abria el otro regalo, me acerque a ella y le di la caja que falta, este regalo era mas pequeño, sus manos se apresuraron a abrirlo, sus ojos tenian tantas lagrimas que era dificil que viera lo que habia tras el papel, que segui quitando con gran cuidado, su hija o sea mi madre, seguia con atencion el ritual, en sus ojos tambien habia lagrimas, ambas estaban emocionadas, sabian todos los asistente a esa cena de navidad lo que ha mi abuela le emocionaban las peliculas, los actores... poco a poco acabo de abrir el pequeño regalo, bajo el papel encontro una joya para ella, tres peliculas de Pedro Infante, "Nosotros los Pobres, Ustedes los Ricos y Pepe El Toro", repitio varias veces para si, para todos los titulos de las peliculas, sus manos fueron hacia mi rostro, temblaba, me dio las gracias una y cien veces, eran las peliculas de "Pedrito, mi niño, tan bonito", las podia ver cuantas veces quisiera, mientras me besaba le informe que "ahora para su cumpleaños buela, le regalo mas de Pedro Infante y unas de Maria Felix o Pardave... piensele y me dice", "Si Mijito, ¡tu me vas a conectar este aparato!, ¿sí?", "Si abuela, mañana sin falta".
Las promesas a la abuela se le cumplen en chinga, no se dejan para despues, no se le fallan, no se olvidan, se hacen, asi que al otro dia como a las doce del dia y medio crudo o crudo y medio estaba tirado sobre el suelo de casa de la abuela, instalando en la sala el DVD, enseñandole como se usaba, haciendo la prueba para que viera la primera pelicula, ella estaba instalada comodamente frente al televisor. Yo creo, desde el amanecer, se habia acercado una mesita de esas auxiliares, en la dichosa mesita habia termo con cafe, sobre sus piernas un chal, una bolsita de chocolates que le quedaba a mano para no tener que moverse, y en su mano izquierda el pañuelño desechable de costumbre, usado cien veces. Apenas la funcion empezo, me despedi de ella, volvio a besarme y sali de ahi, realmente contento, raro, engrandecido, por primera vez un regalo mio a alguien habia causado la sensacion de felicidad que busca el regalar, CARAJO era una riata.
El 6 de enero fui a partir la rosca de reyes a casa de mi mama, me sorprendio no ver a la abuela, pregunte por ella y mi madre me dijo "esta ahi, en su casa, no sale, solo ve a Pedro Infante y llora que da pena, o gusto, ni se", me senti halagado, queria decir que mi regalo era la sensacion y que todo mundo en mi familia debia envidiar mi tino para los regalos, "ahuevo, ahuevo, ahuevo", la felicidad se me desbordaba, el niño dios de la rosca le toco a mi madre que en ese momento le hablo a mi abuela para avisarle que los tamales como era costumbre serian en su casa y mi madre los llevaria, yo me ofreci a llegar temprano el dia de la candelaria, para ayudarla y poner a calentar el atole.
Fue casi un mes donde me sentia, ENORME, feliz, chingon, lo que se dice chingon, el dia de la candelaria llegue a casa de la abuela, entre como siempre sin tocar, ella estaba frente al televisor se oia el grito de "Torito, Toritoooo", la bese en la frente, su frente fria, el invierno frio, no me hizo fiestas como yo esparaba, me sente a su lado, pero no reacciono, no volteo, acerque mi oido a su boca, pero no oi, ni senti respiro, mi corazon latia con rapidez, aprisa, rapido, fuerte. Trate de controlarme, de aquietar mi corazon para poder escuchar, puse mi oido sobre su pecho y nada, tome su mano izquierda que estaba cerrada fuertemente, le susurraba o le gritaba o le decia, no recuerdo "Abuela, Abue, Abuelita, ¿que le pasa?", nada, no habia respuesta, su corazon estaba silencioso, no se oia su respirar, de su mano izquierda pude quitarle un pañuelo desechable, su mano estaba fria. Corri al telefono y le informe a mi madre, mi madre siempre ha sido la mas fuerte, la mas ecuanime, ella le hablo al 060, llego pronto la ambulancia, llego y entraron mientras yo sostenia la mano de mi abuela y le hablaba, trataba que me escuchara, los paramedicos la revisaron, me miraron, mi vieron frio, con esa mirada que anuncia la peor noticia, con esa mirada que busca ser profesional y solo es una mirada agresiva, una mirada que dice, "Ya se CHINGO", no pude reaccionar me quede ahi, con su mano en mi mano, hasta que los paramedicos me quitaron de ahi. Fue necesario hacerle la autopsia, los resultados no nos lo dieron luego, luego y es mas no me los dieron a mi.
Paso el entierro, paso una semana; mi corazon, yo, estaba muy triste, siempre adore a mi abuela y siempre fui su bufon, ella se sabia divertir y ami me gustaba divertirla. Diez dias despues del entierro mi madre me pidio que la acompañara a casa de la abuela, no queria ir sola y yo no queria ir, mi madre entro primero, la idea era recoger algunas cosas de mi abuela. Ella habia recibido los resultados de la autopsia. Ya dentro se volteo y con una mirada entre odio y dolor, entre venganza y comprension, entre terror y compasion, me dijo "Tu la mataste, fue tu culpa. Tu abuela se deshidrato de tanto llorar, se seco de llorar, se seco de ver a Pedro Infante... bonito regalo". Tan solo me quede en silencio y mire al cielo, pensando que ella lo disfruto hasta que se seco.

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